EL MISMO PUÑADO DE SEMILLAS NOS COBIJO Y FORJAMOS UN GRAN ÁRBOL Y DETUVIMOS CON FURIOSAS MORDIDAS LOS INTENTOS DE TALARNOS.
NOS RAMIFICAMOS, SÓLO POR QUE SOMOS UN ÁRBOL.
PERO RECUERDA QUE DE CADA FRUTO, EL ÁRBOL ES PADRE Y TODOS CAEN EN LA MISMA TIERRA.
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